Confesiones con el joven escritor.

Luego de confesar mi tristeza y mi confusión, el joven escritor me preguntó: Qué gana él con decirte todo eso, si fuera mentira por que te lo diría? Esa fue entonces la pregunta que marco mi realidad, por que en mi realidad existían varios tipos, estaba el militar, el viajero intelectual, mi enamorado y él, todos me decían algo y a ninguno le creía con la excepción de él, a quien ya le había creído y me negaba a aceptarlo.

El militar era divertido, era hermoso, era rudo y atrevido, estaba loco, era fuerte y besaba bien, pero una vez hundido en Irish whisky me pregunto si podía esperarlo si se iba a una misión. Yo no podía, no podía responder, Era obvio que no podía esperarlo y pensé: si fueras él, si fueras ese, yo te esperaría,- le hice entonces los ojos de suspiro como de "si", y es que estaba muy borracha, lo confundí, me sentí mal, creo que le dije que si. ¡Puta le dije que si! y desde entonces me buscaba y yo no quería intentar nada, me sentía apenada, porque se que no funcionamos y no hice ni un mínimo esfuerzo, nada.

Con quien si hacia esfuerzos era con el viajero intelectual, me moría por verlo cada vez que tenia oportunidad, me encantaba su sonrisa, (no más que la de él, o quizá si) era tan sonriente y tan chocante a la vez, se que me odiaba y yo lo odiaba, eramos como niños, besándonos y acabándonos, buscándonos y escondiéndonos. Y eso nos hacia inmaduros e irresponsables, dejados, podíamos intentar y no queríamos, nunca quisimos aunque tuvimos buenos tiempos, pero siempre estábamos esperando que el otro diera el paso, como si la iniciativa de avanzar no existía, paralíticos. Acepto que deje de tratar, no podía ser yo la del busque, nunca he sido así, nunca y si algún día fuera así, seria con él?

Por otra parte mi enamorado, era el que más trataba en toda la situación, era el que siempre estaba ahí, era patético, me hacia sentir mal con tanta promesa, tanta estupidez, tanta fantasía, irrealidad, que todos sabemos que fuera perfecta si viniera de él, pero no le creía, no le creía nada por dentro, todo parecia derivar de una baja autoestima, de una dependencia necesaria, por que de mi? por que a mi? No soporto ese tipo de situaciones, esta bien que te quieran, pero no a ese nivel, es como si te quieren obligar a dar la respuesta que no tenes. 

Y le dije al escritor: me siento mal, -era ahí cuando me derrumbaba de tristeza, pensaba en que todo el mundo se iba dejando llevar por estos 3 tipos de personas, las que provocaban ternura y lastima y te hacían mentir, o los que eran perfectos pero tenias que andarles rogando y peor, los que te enamoraban ridículamente, los que te complacían todo, los fáciles, los que nunca tienen excusas, con los que siempre dicen si, los que no se cansan, a quienes podes amoldar como plastilina dejando que los matés. Y pensé que eso estaba mal, que debía alejarme de todos.

Y es que ese día llovió, y lo vi, lo vi venir en mis recuerdos, que por mala costumbre aparecen cuando hay algo inusual que quisiera enseñarle, y corrí a leerle, volví a leer sus palabras, derrumbandome un poco, por la propia imposibilidad de alejarme, por lo estéril de salir con mas personas, por no encontrarles nada más interesante, por no querer mover ni un hueso por intentar, por que tampoco intenten, porque quieran más, porque no sean él. Y que gana él si fuera mentira? No ganara nada, entonces no tendría objetivo, pero qué si es verdad, que ganara si es verdad? Pues, creo que me gana a mi. Completa, él es el único que me gana.