No hay de que. 1.


Era mucho en común, bueno, no mucho, pero tenían lo esencial como para estar juntos e intentar algo, hacen buena pareja pensó una pasajera yanki en el bus mostrando un poco de envidia, viéndolos sentarse juntos entre coqueteo y bromas. Al llegar al apartamento de él, ella pensaba mucho, le había parecido una mágica caminata en medio de la enorme ciudad atardeciendo, pero no lo demostró fue un pensamiento efímero. Para él, fue sencillamente otro negocio con el dealer con la diferencia que hoy lo acompañaba una chica. Estaban ahí esperando por el deliveri de comida china, el preparaba su viaje de negocios para el siguiente día, ella pensaba en su proyecto de tesis. Eran dos jóvenes muy centrados y bien racionales, cada uno en su mundo, demasiado alejados de lo sentimental. 

Comenzaron a fumar en hooka,
el parecía un viejo árabe sabio hablando y hablando, se derretía ante los ojos de ella, era la primera vez que hacían algo mas que comer, bueno era su segunda vez comiendo, y comer era lo único que habían hecho juntos por pura casualidad, por lo tanto habían hablado muy poco hasta hoy, sobre libros que leyeron en común, y cultura general, apenas tenían sus números, pero a esta hora ya se sonreían mucho, ambos se gustaban, ambos sabían lo que pasaría en unas cuantas horas. Cuando la comida llego se comieron dos platos cada uno, estaban muy hambrientos que media hora después hicieron sopas de vaso que los dejo casi inmóviles viendo las grietas de el cielo falso. Ninguno hablo nada, parecían estar platicando en silencio pero en este caso los dos estaban en diferentes mundos, unos mundos tan profundos que ninguno podría imaginar. No estaban ahí. 

Ella se levanto, apago las luces, volvió a acostarse a su lado, tiesa,  recta y sin rozarle, parecían dos muñecos de acción sin baterías. Preguntándose que hacia ahí, ella se dio vuelta dándole la espalda. Respondiéndole la pregunta, él la abrazó, pero era un abrazo triste, casi de lastima, él pensó que no podía hacerle eso y mejor comenzó a tocarla, ella no sentía nada, pero se movía un poco, sin ganas, movimientos de lastima, pensó que no podía hacerle eso y comenzó también a tocarlo. 

Parecían una pareja con mucha pasión, pero ni el estado anormal ayudaba; ninguno se reconocía del todo, que mas daba, se resignaron a la realidad del presente casi saliéndose de sus mundos, sabían que "eso" terminaría pasando, siempre pasa en las películas y a diario, pensaron. Cuando el sistema al fin comenzó a encenderse en ambos, célula por célula, palpitando; él intento besarla, pero ella instintivamente no quiso, y él tampoco pudo, una medio mordida fue todo, los dos se odiaron mucho y poco por no ser otros, pero ya estaban desnudos y alborotados. 

Ella pregunto: Tenés un preservativo? -Nó- dijo él, dejando un incomodo silencio. -Y vos? -¡Nó!- dijo ella apagándose. -Será la próxima vez- dijo él, volviendo al estado muñeco de acción sin baterías. -No habrá próxima vez- contesto ella dándole la espalda preguntándose de nuevo en su mente qué hacia ahí. El la abrazó como respondiendo, esta vez el abrazo era de pura modestia, ella tomo so brazo y lo abrazo juntándose mas de puro descaro, y durmieron abrazados hasta las 5am que sonó la alarma del despertador y cada quien se dio vuelta. 

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