Me gusta hablar
con gente vieja, parece bizarro salir a almorzar con un hombre de la edad de tu
padre que no es tu padre, parece de mal gusto quedarse escuchando las platicas
ocultas de tus tías que podrían ser tu madre, colarse con una cara de distraída
mientras se escucha la conversación en el café, de la pareja adulta, en subterráneo,
en la fila del súper, en el bus. Es que si existen esos señores enamorados, o
los desencantados, o los algo, que ya no hablan mucho de ese amor del que
los jóvenes hablamos, por el cual lloramos o no comprendemos, que vemos con ojos brillantes. El brillo se va, supongo que por un
lapso en la vida y entonces vuelve con un toque mas dulce cuando llegamos a
ancianos, como los abuelos celebrando mas de 50 años de casados, ¿cómo hicieron para tal película?. Es que yo siempre quiero andar sabiendo de amor y en ninguna parte he
encontrado su verdadero significado. Brillo que viene, se marcha y vuelve, en tiempos espacio y épocas adecuados; tal
vez es lo más cercano.
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