Extenuada
por la doble vida y aún más por el constante recorrido mental; de estampía
reboto evocando aquellos tiempos equivocados. Hoy leí una frase parecida a “si
no hiciéramos cosas estúpidas cuando joven, no tendríamos de que reír cuando
viejos.” Acepto haber cometido muchos errores/equivocaciones poco tiempo
atrás, ese tipo de cosas o alguien que desearíamos que nunca hubiese pasado y
solo de pensarlo nuestra mente vomita y actúa en modo de defensa diciendo “pensá
en otra cosa, pensá en otra cosa, pensá en tu abuela o algo más.” Ridículo, inadmisible que al haber pasado por cosas como: la persecución en carretera por culpa de ese
tipo gritando mi nombre cual psicópata ordenándome bajarme del carro de mi
amiga, casi estrellándonos contra su carcacha; o la ves que me dormí en el cine
con tremendo descaro y desaparecí cuando fui al baño, porque el tipo me
pregunto: Queres ver la película o besarme en toda la película?...
Por todas las veces que me he preguntado ¿Qué diablos estás haciendo aquí? Vámonos!...
Lo veo en frente de mí, invitándome al cuarto de ensayos de piano solo porque
me senté a su lado en el bus, solo porque tenemos una clase
en común bastante anómalo, ¿qué se cree? pero espera mi
respuesta; cuando el cerebro no sabe si decir sí... o no, dice “ok”. Comienza
la balada extraña envuelta en Tiersenismo que dura ocho minutos entre
melancólicos y alegres agudos, rara/linda; Estoy tranquila, no ha pasado nada
me regalo una melodía. ¿Estoy
sonriendo? No sé que fue eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario